Poderoso Amor

Poderoso Amor

clic en publicidad


A veces tenía miedo, no era por la oscuridad de mi cuarto, sino por la persona que llegaba hacerme cosas en la cama, mi padrastro, yo nunca conocí a mi papá, nunca mi mamá se lo dijo, me sentía tan irritable me daba asco y temor que los chicos me tocaran, después de tiempo mi mamá me abandonó con mi padrastro, al final supe que trabajaba de prostituta, fue dificil crecer sin protección, sin que alguien más te quiera, tan abandonada con mi muñeca, que por cierto me convertí en la sirvienta de mi padrastro y su descarga sexual, me golpeaba, incluso los fines de semana me encerraba, que ya para mi prefería dormir a veces para siempre, su esposa me trataba muy mal, me obligaba a cortar las platas con espinas descalza, sólo me podía bañar con el agua que ella usaba, después de bañarse ella, fue en una fiesta me tomó servir, ahí conocí a un sobrino de ella Francisco, un chico rubio, simpático y buena gente, me ayudó con una cajas, me decía lo bonita que era y lo fan que era de mis postres, me pedía siempre nunca dejar de sonreír, hasta que la esposa de mi padrastro nos separó, pero ya era tarde ya nos habíamos enamorado, y todos los días a las 11 de la noche subía con su guitarra y una caja de pana y leche para hacer nuestro picnic de luna, ahí tuve mi primer beso e hilo de esperanza, fui muy cuidadosa al ocultar mi alegría hasta que me descubrió mi padrastro, ya hacia mucho que no me tocaba, desde que sabía que tenía una amante en el pueblo, pero esa noche me obligó a darle sexo oral, me negué y me rompió la nariz, hubo noches, que no salía a ver a mi amor, aunque podía escuchar su hermosa voz cantando nuestra canción, viviendo en el sótano, sólo con la esperanza que él, algún día me rescatara, fue un sábado en la mañana, preguntó por mí, mi padrastro dijo que yo me había ido muy lejos, en ese instante escuché, empecé a a gritar ayuda, él escuchó mi padrastro le cerró la puerta y lo corrió despiadadamente, quiso pedir ayuda por mi, pero nadie quería, ni su familia, así que pasaron, semanas y meses, hasta cumplir un año, y yo encadenada comiendo las sobras de la comida que la otra sirvienta malvada me traía con jabón para que me diera asco, ya quería morir, así que un día me sacaron para que volviera a trabajar pero ya me habían vendido a unos gitanos, me esperaban, con morbo y obsesión, parece que mi padrastro necesitaba dinero, no le iba bien en los negocios, al final los gitanos no  me quisieron comprar decían que estaba muy enferma, y es que vomité sangre, no valía ni un meñique, el coraje de mi padrastro era tan grande que sacó un arma para matarme, cuando suena la campana, pero nadie responde, pero insistieron tanto hasta tirar la puerta, era él, mi chico, dijo para por favor no lo hagas, mi padrastro dijo que había un favor al mundo, entonces él dijo que quieres a cambio de ella, el dijo que no valía, entonces el apostó y dio todo, dijo te doy mi casa, mis tierras, te doy todas mis riquezas a cambio de ella, eso lo cambio, firmaron perdió todo por mi, para que yo tuviera libertad, nos fuimos lejos muy lejos, entonces sabía que lo que me mantenía viva era sus esperanzas de él, en mí; fue duro pero estábamos juntos, crecimos poco a poco, sus hermanas y familia me aceptaron, creí nunca volver a ver a mi padrastro, sino hasta el funeral de su esposa, tía de mi marido Francisco, que murió en un incendio que acabó con las tierras y casa de él, al verlo tuve mucho coraje, estaba él lastimado, en muletas, fue muy triste todo, la gente sólo fue más por compromiso social, en el cementerio, sólo se quedó el, lo perdió todo, no podía estar peor, me acerqué, le dije que lo perdono, no podía ni mirarme al rostro, pero no quiere decir que olvide, solo dije que la vida le ira cobrando el doble por todo el mal, que seria la ultima vez que me veía, me fui sin mirar atrás, se que el pasado duele, pero recordare lo bueno, y es el amor que me salvó del infierno, que alguien dejara todo por mí, sin importar nada me demostró que hay mejores cosas por la cual seguir adelante a pesar de todo vale la pena.